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Natarajasana – Diosa de la Danza
- naṭarājā = señora de la danza
- āsana = postura
Categoría: Equilibrio.
Dificultad: Intermedio.
Natarajasana, también conocida como la postura de la Diosa de la Danza, es una asana desafiante que combina equilibrio, fuerza y flexibilidad.
Inspirada en la danza cósmica de Shiva, esta postura no solo mejora la estabilidad física, sino que también simboliza la gracia y el control.
Es ideal para profundizar en la práctica del yoga y conectar cuerpo y mente.
Preparación y Calentamiento
Antes de sumergirte en la postura de Natarajasana, también conocida como la postura del Rey Danzante o la postura de la Danza de Shiva, es crucial preparar tu cuerpo adecuadamente. El calentamiento previo ayuda a aumentar la flexibilidad y reducir el riesgo de lesiones. A continuación, se detallan algunos ejercicios de calentamiento y preparación:
- Estiramientos de Hombros y Brazos: Realiza estiramientos suaves de los hombros y brazos para aumentar la movilidad. Puedes hacer círculos con los brazos y cruzar los brazos delante del pecho para estirar los músculos de los hombros.
- Flexibilidad de la Columna Vertebral: Practica posturas como la postura del gato y la vaca (Marjaryasana y Bitilasana) y la postura de la cobra (Bhujangasana) para movilizar y flexibilizar la columna vertebral.
- Estiramientos de Piernas y Caderas: Realiza estiramientos de isquiotibiales y caderas como Uttanasana (flexión hacia adelante de pie) y Supta Padangusthasana (postura del dedo gordo del pie reclinado).
- Equilibrio: Mejora tu sentido del equilibrio practicando posturas como Vrksasana (postura del árbol) para preparar tu cuerpo para la postura de Natarajasana.
Posicionamiento y Alineación
Para profundizar en tu práctica de Natarajasana y obtener los máximos beneficios, ten en cuenta estos consejos adicionales:
- Concéntrate en tu Respiración: Mantén una respiración constante y profunda durante la práctica. Esto te ayudará a mantener la calma y la concentración, especialmente en posturas de equilibrio como Natarajasana.
- Usa Apoyos si es Necesario: Si tienes dificultades para mantener el equilibrio, utiliza una pared o una silla para apoyarte inicialmente. Con el tiempo, podrás mantener la postura sin ayuda.
- Mantén una Actitud Positiva: La paciencia y la perseverancia son claves en la práctica del yoga. No te frustres si no puedes lograr la postura de inmediato; el progreso llega con el tiempo y la práctica regular.
- Relaja tus Hombros y Caderas: En Natarajasana, es común que los hombros y las caderas se tensen. Trata de mantenerlos relajados y usa la respiración para profundizar suavemente en el estiramiento.
Equilibrio y Estabilidad
Posición Inicial:
- Comienza de pie en Tadasana (postura de la montaña), con los pies juntos y los brazos a los lados.
Preparación para el Equilibrio:
- Traslada tu peso al pie derecho y encuentra tu equilibrio. Dobla ligeramente la rodilla derecha si es necesario para estabilizarte.
Flexión de la Pierna Izquierda:
- Dobla la rodilla izquierda y lleva el talón izquierdo hacia el glúteo. Agarra el tobillo izquierdo con la mano izquierda desde el interior del pie.
Extensión y Elevación:
- Levanta el brazo derecho hacia adelante y arriba, apuntando hacia el techo. Estira el brazo derecho para mantener la línea y el equilibrio.
- Presiona activamente el pie izquierdo hacia la mano izquierda mientras elevas la pierna hacia arriba y hacia atrás, extendiendo la pierna y abriendo el pecho.
Ajuste del Tronco:
- Inclina ligeramente el tronco hacia adelante para contrarrestar el peso de la pierna levantada. Mantén el pecho abierto y los hombros relajados.
Mantén la Postura:
- Encuentra un punto fijo delante de ti para mantener el equilibrio (drishti). Respira profundamente y mantén la postura por 5 a 10 respiraciones.
Liberación de la Postura:
- Exhala lentamente, baja el brazo derecho y suelta la pierna izquierda, volviendo a Tadasana. Relaja y respira profundamente.
Repite en el Otro Lado:
- Repite los mismos pasos en el lado opuesto, trasladando tu peso al pie izquierdo y elevando la pierna derecha.
Beneficios de Adho Mukha Vrksasana
Practicar Natarajasana regularmente puede ofrecer varios beneficios tanto físicos como mentales:
- Mejora la Flexibilidad y Fuerza: Esta postura estira profundamente los músculos de las piernas, las caderas y el pecho, al mismo tiempo que fortalece las piernas y el núcleo.
- Aumenta el Equilibrio y la Coordinación: Natarajasana requiere un buen sentido del equilibrio y concentración, lo que mejora la estabilidad y la coordinación general del cuerpo.
- Estimula la Circulación Sanguínea: La postura ayuda a mejorar la circulación de la sangre y el flujo de energía en el cuerpo.
- Reduce el Estrés: Esta postura tiene un efecto calmante en el sistema nervioso, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad.
Contraindicaciones de Adho Mukha Vrksasana
Aunque Natarajasana es una postura beneficiosa, no es adecuada para todos. Aquí algunas contraindicaciones que debes considerar:
- Lesiones de Rodilla o Tobillo: Evita esta postura si tienes lesiones recientes o crónicas en las rodillas o los tobillos, ya que la posición puede agravar el problema.
- Dolor en la Parte Inferior de la Espalda: Si sufres de dolor crónico o lesiones en la parte inferior de la espalda, realiza esta postura con precaución o consulta a un profesional de la salud antes de intentarlo.
- Problemas de Equilibrio: Si tienes problemas severos de equilibrio o vértigo, es mejor evitar esta postura hasta que mejore tu estabilidad.
- Embarazo: Durante el embarazo, especialmente en el segundo y tercer trimestre, es aconsejable evitar posturas que requieran un equilibrio extremo para prevenir caídas.
Conclusión
Natarajasana es una postura desafiante que mejora el equilibrio, la fuerza y la flexibilidad. Practícala con paciencia y conciencia, respetando siempre tus límites personales.
Con dedicación y práctica regular, disfrutarás de los múltiples beneficios físicos y mentales que esta asana ofrece.